jueves, 26 de junio de 2008

ENDOSCOPIA

El término "endoscopia" procede del griego y significa "ver dentro". En la técnica endoscópica se utilizan aparatos rígidos o flexibles. Si bien la endoscopia rígida presenta muchas aplicaciones (artroscopias, rinoscopias y otras; e incluso dentro del aparato gastrointestinal los esofagoscopios rígidos pueden resultar de ayuda en ciertos casos, como la extracción de cuerpos extraños, etc.), nos centraremos en la endoscopia flexible. La endoscopia flexible constituye uno de los mejores métodos de exploración del aparato digestivo, teniendo una alta capacidad diagnóstica (visualizamos directamente la mucosa digestiva) y también terapeutica (endoscopia intervencionista). Por otro lado, permite la obtención directa de muestras tisulares del esófago, estómago y tubo intestinal con mínima invasión, lo que aumenta la precisión de los diagnósticos y tratamientos de los procesos digestivos. Debe, sin embargo, ir unida al estudio minucioso de la anamnesis, examen físico completo, y en su caso de datos laboratoriales y radiológicos. Otra gran ventaja es que puede resultar una alternativa a la cirugía en la extracción de cuerpos extraños. La técnica endoscópica se puede realizar sobre el tracto digestivo anterior (esófago-gastro-duodenoscopia) o sobre el posterior (recto-colonoscopia).


Resulta más adecuada la endoscopia flexible que la rígida para la exploración del aparato gastrointestinal, por la gran capacidad de maniobra que presenta, lo que permite acceder desde el esófago hasta el duodeno y desde el recto hasta el íleon.



Equipos endoscópicos



Podemos emplear fibroendoscopios, es decir, endoscopios en los que la luz y la imagen se transmiten por fibras ópticas, o bien videoendoscopios, aparatos más modernos, en los que las fibras ópticas han sido reemplazadas por un sistema que capta las imágenes por impulsos magnéticos, pasando la imagen a un chip generador de pixels. Ambos ofrecen una buena calidad de imagen. En los videoendoscopios la observación endoscópica se realiza sobre un monitor, lo que facilita la exploración y permite que más personas lo vean, mientras que el fibroendoscopio, a no ser que se le acople una cámara conectada a un monitor, obliga a la visualización por el ocular.










miércoles, 4 de junio de 2008

FAMACHA




El método Famacha consiste en la evaluación del estado anémico de un animal para poder tomar la decisión correcta de desparasitar o no al individuo. Entre los parásitos más comunes de las ovejas y las cabras encontramos
varias especies de Haemoncus , que son unos vermes subcionadores de sangre que producen una anemia severa causante de grandes pérdidas económicas tanto por falta de productividad como por bajas por enfermedad debido al desgaste que producen.
En el manejo diario la tendencia es solucionar el problema tratando al rebaño entero con un antiparasatiario, pero esta práctica cada día se está volviendo contra el propio ganadero, debido al coste del tratamiento en si, por un lado y por otro apareciendo resistencias de difícil solución.
Partiendo de la base que los animales en general y los que pastan en particular deben verse obligados a "convivir" con los parásitos que la naturaleza les tiene asignados; el objetivo no debe ser nunca la eliminación de la colonia parasitaria, si no la búsqueda del punto de equilibrio entre el número de parásitos y la salud (y por lo tanto la productividad) de cada animal. Lo más normal es realizar un análisis de heces para ver la carga parasitaria y la identificación de los mismos, pero se puede recurrir a una exploración sin coste alguno que nos ayude a nivel de campo a identificar no cuáles son los animales parasitados (que suponemos que son todos) si no los que toleran bien la carga parasitaria que tienen, identificarlos y por lo tanto no tratarlos. Este sistema ahorra mucho dinero además de ser muy importante para no crear resistencias innecesarias.



Con esta idea desde 1990 y con apoyo de la FAO se desarrolló un proyecto dirigido a ganaderos y profesionales en Sudáfrica que permitió sintetizar en un método muy sencillo la decisión de si un animal debe ser tratado o no según su nivel de adaptación a la carga parasitaria que soporta: el método FAMACHA.





Su nombre viene de las siglas de su primer ideólogo Francois (Faffa) Malan Chart (tabla de referencia en inglés) : FAffa MAlan CHArt y los estudios llevados a cabo para llegar hasta la conclusión del método se realizaron pruebas de hematocrito, análisis de heces y valoraciones clínicas y a partir de ahí se estandarizaron los niveles de anemia según los colores de la conjuntiva. Este paso ha sido de extrema importancia porque se constató que con niveles de hematocrito peligrosos, la conjuntiva todavía tenía cierta coloración rosada y es precisamente cuando el animal está más en peligro debido a que con su debilidad la carga parasitaria aumentará rápidamente pudiendo llevar al animal a la muerte.